Signos y síntomas
Signos y síntomas que indican que podría existir un problema visual:
Dolor de cabeza frecuente: Dolores en la frente, las sienes o detrás de los ojos, especialmente después de tareas visuales.
Sequedad ocular:
- Ardor, picazón o sensación de cuerpo extraño en los ojos.
- Ojos llorosos como reacción a la sequedad o irritación.
Cansancio ocular: Sensación de fatiga o tensión en los ojos después de leer, usar pantallas o realizar actividades visuales prolongadas.
Problemas de enfoque:
- Visión borrosa de cerca o de lejos.
- Dificultad para cambiar el enfoque entre distancias.
- Dificultad para mantener la tarea de cerca con confort.
- Se frota mucho los ojos y los tiene enrojecidos frecuentemente.
- Dolor de cabeza y picor de ojos durante las tareas de cerca.
Visión doble (diplopía): Ver dos imágenes de un solo objeto, ya sea constantemente o en ciertas ocasiones.
Dificultad para leer:
- Se acerca mucho al texto para leer.
- Pérdida de lugar al leer o saltar líneas.
- Necesidad de usar un dedo o marcador para seguir el texto.
- Mueve la cabeza cuando lee o escribe.
- Salta sílabas, palabras o líneas al leer o vuelve a leer la misma línea.
- Vocaliza cuando lee en voz baja.
- Cierra un ojo o se lo tapa.
- La comprensión de la lectura es baja.
- Lee muy despacio.
- Confunde letras o palabras.
- Invierte letras o palabras.
- No le gusta leer ni escribir.
- Se cansa fácilmente y no mantiene la atención.
Mareos o náuseas: Relacionados con problemas de coordinación visual o visión binocular.
Sensibilidad a la luz: Molestia o dolor ocular ante luces brillantes o cambios de iluminación.
Posturas compensatorias: Inclinar la cabeza, cerrar un ojo o acercarse demasiado al material visual para ver mejor.
Pérdida de interés en actividades visuales: Evitar la lectura, escritura o el uso de pantallas debido a incomodidad visual.
Problemas de coordinación ojo-mano: Dificultad para atrapar objetos, escribir o realizar tareas que requieran precisión visual y motora fina.
Cambios en el rendimiento escolar o laboral: Disminución de la atención y concentración, especialmente en tareas visualmente exigentes.
Molestias generales:
- Sensación de ojos "pesados", tirantes o con presión.
- Necesidad constante de frotarse los ojos.
¿Cuándo buscar atención profesional?
Si presentas uno o varios de estos síntomas con frecuencia, es recomendable consultar a un optometrista del desarrollo y especialista en rehabilitación visual, para realizar un examen visual completo, habiendo siempre descartado antes con un médico oftalmólogo cualquier posible patología. Un diagnóstico temprano puede prevenir complicaciones y mejorar tu calidad de vida.