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¿Cómo funciona?

En función de los resultados obtenidos en la evaluación de procesamiento de la información visual, que es el resultado del examen de eficacia visual y el examen visoperceptivo, y de las necesidades escolares, académicas, laborales o de ocio del paciente, el optometrista prepara un programa personalizado de procedimientos orientado a desarrollar y potenciar al máximo las habilidades visuales y la integración de dichas habilidades con el resto de los sentidos: auditivo, equilibrio, ritmo… Estos ejercicios normalmente se realizan tanto periódicamente en consulta como diariamente en casa, con el fin de lograr alcanzar los objetivos propuestos.

No se trata de gimnasia de ojos, puesto que vemos con el cerebro, trabajamos con él intentando realizar conexiones neuronales y/o reforzando otras.

Con la Terapia Visual conseguimos cambiar la forma en la que el paciente usa el sistema visual y en consecuencia mejorar su rendimiento escolar, laboral, deportivo, etc. además de eliminar o reducir los síntomas que el paciente presentaba inicialmente. Al finalizar el programa, a través de la repetición de los ejercicios o actividades, se consigue automatizar e integrar los cambios y éstos empezarán a formar parte del paciente sin que tenga que hacer ningún esfuerzo para mantenerlos y sin miedo a que los problemas vuelvan a aparecer, ya que como hemos dicho anteriormente estamos trabajando directamente en la neurología de la persona, mejorando el funcionamiento cerebral de su sistema visual.