Autismo y Visión
Las personas con autismo a menudo tienen problemas para procesar y responder a la información sensorial, incluida la visual. Estas dificultades pueden incluir problemas para comunicarse, interactuar socialmente, o procesar correctamente los estímulos visuales, que pueden afectar su desarrollo, aprendizaje y calidad de vida.
Los desafíos en el procesamiento sensorial que enfrentan las personas con autismo, pueden incluir dificultades para interpretar estímulos visuales o coordinar su visión con otros sentidos.
- Falta de coordinación entre la visión central y periférica:
- Puede ser difícil para ellos enfocar directamente un objeto o persona. A menudo escanean visualmente o miran hacia los lados en lugar de fijar la mirada directamente.
- Trastornos de los movimientos oculares:
- Incluye dificultades para seguir objetos en movimiento (seguimientos) o para cambiar la mirada de un punto a otro (sacádicos), afectando actividades como la lectura o seguir instrucciones visuales.
- Estrabismo:
- Una desviación en la alineación de los ojos es más común en personas autistas, lo que puede llevar a visión doble o dificultades de enfoque.
- Hipersensibilidad visual:
- Muchas personas con autismo son hipersensibles a los estímulos visuales, como luces brillantes, colores intensos o patrones visuales complejos, lo que puede hacer que eviten ciertos entornos o actividades.
- Problemas de procesamiento de la información visual:
- Dificultades para interpretar correctamente lo que ven, lo que puede influir en la percepción del espacio, la profundidad y las relaciones entre objetos.
Estos problemas visuales, crean una serie de conductas que podemos ver en personas con autismo:
- Evitar el contacto visual.
- Fijarse en objetos giratorios, luces o patrones repetitivos.
- Mirar fugazmente hacia los lados o utilizar la visión periférica en lugar de mirar directamente.
- Dificultad para mantener la atención visual en tareas específicas.
Evaluación de la persona con autismo
Los exámenes visuales para personas con autismo se adaptan a su desarrollo y necesidades. Estas evaluaciones, además de evaluar la función visual, se centran en observar cómo el paciente interactúa con su entorno en actividades como caminar, sentarse, atrapar o lanzar una pelota, lo que ayuda a entender su percepción visual y a identificar las estrategias que podemos utilizar para ayudarles a mejorar su procesamiento de la información visual.

Tratamiento para mejorar la calidad de vida
Una vez que se realiza un examen exhaustivo y se identifican problemas visuales, ya podemos comenzar con el tratamiento. Los objetivos del tratamiento son mejorar la capacidad de la persona con autismo para organizar y procesar la información visual de manera más eficiente.
Un tratamiento adecuado puede ayudar a las personas con autismo a:
- Organizar el espacio visual.
- Mejorar la coordinación ocular.
- Ganar estabilidad periférica.
- Mejorar su atención y enfoque visual.
- Mejorar el procesamiento visual.
- Desarrollar una mejor coordinación entre la visión y el movimiento.
Estos objetivos pueden reducir la sobrecarga sensorial y permitir a la persona con autismo sentirse menos abrumada por los estímulos visuales y que interactúe con el mundo de manera más cómoda.
Dependiendo de los resultados de las pruebas, se pueden recomendar los siguientes tratamientos:
- Lentes y filtros:
- Para tratar problemas refractivos como miopía, hipermetropía o astigmatismo.
- Para mejorar su percepción espacial
- Terapia visual:
- Incluye ejercicios diseñados para mejorar la coordinación ocular, el procesamiento visual y los movimientos oculares.
- Modificaciones del entorno:
- Reducir los estímulos visuales intensos, como luces brillantes o patrones complejos, para evitar sobrecargas sensoriales.
- Enfoque en habilidades visuales específicas:
- Mejorar la atención en la visión central, estabilizar la visión periférica y fomentar una coordinación visual eficiente.