El modelo de visión Arthur Skeffington, en el que la optometría comportamental basa su trabajo, data de los años 50 del siglo pasado. Es un modelo que sigue vigente, a pesar de los grandes avances que desde entonces se han producido en todos los ámbitos, especialmente las neurociencias. Hoy conocemos el cerebro mucho mejor que cuando Skeffington desarrolló su modelo visual, basado en un concepto integral del individuo en el que la información visual se relaciona con todo el cuerpo: la visión y el rendimiento visual no están aislados, y tienen mucho que ver con el desarrollo motor del cuerpo humano y con el proceso de aprendizaje.

En las consultas de terapia visual nos encontramos a menudo con casos que, además de tener una derivada visual evidente, requieren de un tratamiento más amplio, especialmente cuando detectamos problemas de aprendizaje. En estos casos, se hace necesario hablar de terapia multidisciplinar, para la que debemos colaborar con otros profesionales a la búsqueda de un tratamiento integral en beneficio de la calidad de vida de nuestros pacientes. 

La optometría se encuentra en un momento importante de su evolución, y no debe quedarse anclada en lo que ha venido haciendo hasta hoy. Sería necesario revisar los planes de formación para poder abordar con más garantías los problemas que se nos presentan en nuestras consultas.

A partir del estudio de un caso, abordaremos las diferentes estrategias que podemos seguir, además de la terapia visual. Una propuesta de abordaje multidisciplinar que hace que cada vez haya más voces que indican que deba hablarse ya de neuro-optometría.

Objetivos:

1.     Hacer un repaso a la evolución de la optometría, para entender en qué momento nos encontramos.

2.     Defender la necesidad de un abordaje multidisciplinar en determinados casos que presentan problemas de aprendizaje.

3.     Defender la necesidad de revisar la formación optométrica ante el auge de las neurociencias.