Marta Fransoy
Profesora de Universidad
Universitat Politècnica de Catalunya.
Fundació Politècnica de Catalunya.
Universitat de Vic
Técnica Superior en Audiología
Óptica Optometrista Col. 4965
Reeducación Auditiva. Altom, Tomatis Development SA
Postgrado en Terapia Visual y Optometría Pediátrica. Sanet Vision Seminars.
Diplomada en Óptica y Optometría, Universitat d’Alacant.
Diplomada en Óptica, Universitat Politècnica de Catalunya.
CONFERENCIA PRINCIPAL
AYUDAR A ESCUCHAR:
Procesamiento auditivo para el aprendizaje
Nuestra misión, como optometristas, es contribuir a consolidar las habilidades visuales que todo niño necesita, para desarrollarse, aprender e interactuar con su entorno de forma constructiva. El optometrista, profesional de la salud de mirada poliédrica, entiende la necesidad de formarse en áreas de conocimiento complementarias a la optometría, desde la fotoestimulación al neurofeedback, pasando por la integración de los reflejos primitivos como factor clave para un desarrollo motor eficaz y la organización lateral óptima para desplegar todo el potencial de la persona.
En este paradigma, hay que considerar la primacía ontogenética de los sistemas vestibular y auditivo, funcionales entre las 12 y 24 semanas de gestación, sobre los que se engrama la información que el neonato recibe al abrir los ojos.
El vestíbulo es nuestro sistema sensorial de la gravedad, punto de referencia para todos los demás sentidos y acciones. Su correcto desarrollo condiciona no sólo la estabilización de la mirada, la motilidad ocular, la coordinación binocular y el procesamiento visual, sino también la conciencia corporal, la percepción espacial, la modulación emocional, la memoria, las funciones cognitivas y la integración multisensorial.
El funcionamiento óptimo del sistema auditivo influye directamente en la fijación, la visión central, la percepción visual y la lectoescritura. Se puede oír bien y escuchar mal. El procesamiento auditivo central (PAC) es la habilidad de reconocer, analizar, interpretar e integrar la información que el sistema auditivo entrega al cerebro, con finalidad comunicativa. Existe una relación indiscutible entre el procesamiento auditivo y las funciones cognitivas necesarias para el aprendizaje académico.
Sin embargo, apenas existe conciencia de ello entre padres y profesionales de la salud y educación, que son quienes mejor pueden detectar los posibles déficits de procesamiento auditivo central (DPAC) que dificultan el día a día del niño y entorpecen su rendimiento en la escuela.
Aunque el DPAC puede aparecer de forma aislada, a menudo se asocia con déficits de desarrollo comunes, como el trastorno de espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) la dislexia y el trastorno específico del lenguaje (TEL). En este contexto, sería de mucha utilidad disponer de herramientas para la detección temprana y diferencial de las dificultades de escucha, dentro del protocolo de evaluación optométrica, para respaldar la toma de decisiones, en cada caso particular, respecto a la posible derivación y el orden de la intervención terapéutica interdisciplinar.
Dos son los objetivos de mi participación en el IX Congreso Internacional de Optometría del Desarrollo, Terapia y Rehabilitación Visual: En primer lugar, profundizar en el estrecho vínculo que existe entre el procesamiento auditivo y el visual, por el profundo impacto que sus disfunciones provocan en el bienestar y el aprendizaje del niño. Partiendo de esta base, presentar algunas de las herramientas de detección y cribado del DPAC que pueden incorporarse sistemáticamente en el protocolo de evaluación optométrica, para identificar la necesidad de derivar al paciente a un especialista en vestíbulo, audición y/o procesamiento auditivo central, antes de iniciar la terapia visual, para aprovechar al máximo la eficacia de aplicar los tratamientos en orden ontogenético.