
Lizhbet Melo, primera Socia Clínica en Chile, nos comparte su recorrido profesional y personal hacia la certificación, su visión integradora de la rehabilitación visual y el valor de pertenecer a una comunidad internacional comprometida con la excelencia clínica y el enfoque humano de la Terapia Visual.
¿Qué te impulsó a iniciar el proceso de certificación de Socio Clínico de SIODERV?
Sentí la necesidad de un respaldo en mi intervención clínica, con un enfoque integral, una estructura metodológica seria, basada en la evidencia y con estándares internacionales.
Conocí SIODERV y de inmediato sentí que hablaban un lenguaje muy parecido al mío: ético, basado en la evidencia, de formación continua y con un enfoque profundamente humano.
Iniciar el proceso de certificación fue para mí una manera de comprometerme aún más con lo que hago, de seguir aprendiendo con una entidad que valora la investigación y de conectar con una comunidad profesional que comparte la misma mirada sobre la rehabilitación y tratamiento visual.
¿Cómo ha sido tu camino personal con la terapia visual? ¿Qué te atrajo de este enfoque?
Mi camino con la Terapia Visual dio un giro importante cuando tuve la oportunidad de realizar la práctica clínica del máster en Madrid. Llegué con una base técnica, como la que muchas veces se enseña en la universidad, y de pronto me encontré con un enfoque completamente distinto: uno más humano, profundo y conectado con la vida cotidiana de las personas. Fue revelador.
Hasta ese momento, muchas de las preguntas que me hacía no encontraban respuesta en la formación tradicional. Pero allá, vi cómo la visión se abordaba de forma funcional, conductual, y sobre todo con una mirada integradora.
Evidencié cómo muchas molestias visuales que antes se normalizaban o se dejaban sin explorar, realmente sí que eran posibles de intervenir de forma efectiva. Comprendí cómo la visión influye en nuestra postura, rendimiento, nuestras emociones, y cómo forma parte de nuestra forma de estar en el mundo.
Fue como encajar piezas que habías estado sueltas durante mucho tiempo. Desde entonces, supe que ese era el camino que quería seguir: uno que no solo abordara la disfunción, sino que también promoviera la integridad del ser humano y su relación con el entorno.
Tu trayectoria combina la optometría del desarrollo con una formación técnica en procedimientos, técnicas y exámenes oftalmológicos ¿Cómo ha influido tu doble formación en tu forma de afrontar este proceso de certificación?
Mi formación profesional en optometría y procedimientos oftalmológicos me ha dado una base sólida y rigurosa para entender el funcionamiento desde un punto de vista médico y fisiológico. Esto es fundamental para detectar y descartar posibles patologías o problemas estructurales que requieren atención especializada. Por otro lado, la Optometría del Desarrollo me ha aportado una mirada más amplia y funcional, centrada en cómo la visión impacta en el desarrollo global, el aprendizaje y la calidad de vida de la persona.
Al combinar ambas formaciones, puedo abordar cada caso desde una perspectiva integral, el conocimiento de la etiopatogenia con el enfoque conductual y rehabilitador que promueve la entidad, facilitando una intervención más completa y personalizada, promoviendo un trabajo interdisciplinario que es clave para el éxito terapéutico.
¿Qué aprendizajes destacas del proceso de certificación clínica? ¿Ha cambiado en algo tu forma de ver tu práctica profesional?
El proceso ha sido enriquecedor desde el inicio. SIODERV no sólo ofrece respaldo académico y clínico, sino también una comunidad profesional con la que compartir casos, experiencias y formación continua. Esta vinculación ha potenciado mi práctica, al permitirme contar con herramientas, criterios de evaluación y tratamiento más preciso.
La certificación me ayudó a organizar mejor mi trabajo, a tener más confianza en mis decisiones y conocimientos especialmente en la creación de una plan de tratamiento.
He aprendido que, aunque este no debe ser rígido ni estricto, sí necesita planificarse cuidadosamente, mantener la flexibilidad necesaria para adaptarse a cada paciente y, sobre todo, garantizar el cumplimiento de los objetivos propuestos.
¿Se han cumplido tus expectativas respecto a este proceso? ¿Qué aspectos mejorarías?
Sí, sin duda el proceso ha superado mis expectativas en muchos aspectos. Me ha brindado una estructura clara y rigurosa para validar mi experiencia clínica, además de facilitar acceso a una comunidad de profesionales comprometidos con la excelencia y la formación continua.
En cuanto a aspectos a mejorar, creo que sería beneficioso contar con material de estudio actualizado relacionado al área del caso clínico escogido, crear más espacios para el intercambio directo de casos clínicos y experiencias entre socios. Pero, en general, estoy muy satisfecha con el proceso y con el impacto positivo que ha tenido en mi desarrollo profesional.
¿Qué significa para ti pertenecer a SIODERV en calidad de Socia Clínica? ¿Y como socia internacional?
Es un honor y una gran responsabilidad que asumo con orgullo y entusiasmo. Ser la primera socia clínica de SIODERV en Chile significa abrir un puente entre dos realidades: la experiencia consolidada que tiene España en el área de la Terapia y Rehabilitación Visual y las crecientes necesidades que vemos en el ámbito nacional promoviendo los estándares internacionales en la intervención visual desde un enfoque conductual.
Pertenecer a SIODERV como Socia Clínica es mucho más que un título; es un compromiso real con mi crecimiento profesional y con la calidad de la atención que ofrezco a mis pacientes.
Como socia internacional, siento que llevo esa pasión y ese compromiso a mis colegas tecnólogos Médicos en Chile, aportando un modelo de trabajo reconocido y respetado. Es emocionante poder conectar con profesionales de distintos lugares y contribuir a que este enfoque siga creciendo y llegando a más personas.
En definitiva, ser parte de SIODERV es para mí un espacio de pertenencia, aprendizaje y motivación constante.
¿Qué retos consideras que enfrenta la optometría del desarrollo, la terapia y la rehabilitación visual a nivel internacional? ¿Qué papel consideras que tiene SIODERV en este aspecto?
En mi opinión, uno de los principales retos a nivel internacional es la falta de un reconocimiento uniforme y estandarizado de la optometría del desarrollo, terapia y rehabilitación visual. Esto genera desigualdades en el acceso a tratamientos de calidad y en la formación de los profesionales. Además, existe todavía mucha desinformación y mitos alrededor de estas áreas, lo que dificulta que muchas personas puedan beneficiarse de intervenciones efectivas.
Otro desafío importante es la necesidad de fomentar un enfoque interdisciplinario que integre la visión con otras áreas de la salud y la educación, para abordar las necesidades de manera integral y personalizada.
En Chile, la Terapia y Rehabilitación Visual aún está en una etapa emergente, especialmente cuando hablamos de enfoques conductuales basados en evidencia. El principal desafío es la escasa formación especializada. Sin embargo, veo una enorme oportunidad de crecimiento. Hay una demanda creciente de terapias visuales efectivas, y cada vez más profesionales se interesan por formarse y actualizarse. Traer la experiencia de SIODERV a nuestro país puede ser clave para dar ese salto cualitativo.
¿Qué le dirías a otros profesionales que están considerando iniciar su proceso de certificación clínica?
Les diría que no duden en dar este paso. Que se acerquen con mente abierta, con ética profesional y curiosidad científica.
Cuando yo comencé, sentí que era un desafío pero también una oportunidad increíble de crecimiento profesional y personal. La certificación no solo valida su experiencia, sino que también los desafía a profundizar en sus conocimientos y a adoptar una práctica más estructurada. Es un camino que puede parecer exigente al principio, pero que aporta mucha claridad, seguridad y respaldo en el trabajo diario con los pacientes.
Formarse y participar en asociaciones como SIODERV les permitirá aprender, compartir y crecer junto a colegas que comparten la misma pasión y compromiso.
¿Acudirás al IX Congreso Internacional de SIODERV? Cómo socia Internacional ¿Qué es lo que más te llama la atención de estos encuentros bienales?
Este año, lamentablemente no podré asistir al IX Congreso Internacional, pero sigo muy atenta y entusiasmada con todo lo que presenta en estos encuentros.
Estos congresos no solo actualizan conocimientos, sino que es una oportunidad única de conectar con profesionales de todo el mundo, compartir experiencias, fortalecer lazos que trascienden fronteras y compartir un espacio donde se generan ideas nuevas.
Tuve la oportunidad de asistir a la VIII edición y la energía que proyectan los ponentes y asistentes es increíble. Salí de allí revitalizada, inspirada, con más fuerza y ganas de seguir profundizando en este camino de formación, es algo que solo estos congresos pueden ofrecer.