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Entrevista Marc Argilés: "La experiencia clínica y la evidencia científica deben dejar de caminar en paralelo y empezar a colaborar"

Marc Argilés, investigador y ponente en el IX Congreso de SIODERV, aborda en esta entrevista el potencial terapéutico de la fotoestimulación y los retos que aún debe superar para consolidarse como una herramienta fiable en la práctica optométrica. Desde una mirada crítica pero propositiva, reclama mayor diálogo entre la experiencia clínica y la investigación científica, y sitúa a SIODERV como un actor clave para tender puentes entre ambos mundos.

¿Qué le llevó a interesarse por la fotoestimulación y qué potencial ve en esta técnica para el futuro del optometrista, o incluso su presente?

Mi interés por la fotoestimulación surgió desde una perspectiva investigadora, con el objetivo de comprender mejor sus efectos a nivel neurológico y explorar su potencial aplicación en el ámbito optométrico. Considero que muchos profesionales que asisten al congreso ya están familiarizados con la técnica y sus principios básicos. Sin embargo, también es sabido que existen importantes limitaciones en cuanto a la evidencia científica que la respalda.

Precisamente por eso, creo que es fundamental seguir investigando rigurosamente para dotar a la fotoestimulación de una base más sólida que permita integrarla con mayor confianza y eficacia en la práctica clínica.


"Fomentar una relación más equilibrada y colaborativa entre ambos podría contribuir significativamente a una comprensión más profunda de la fotoestimulación, así como a su aplicación segura y efectiva."


¿Considera que una relación más pareja entre evidencia clínica y evidencia científica llevarían a una mayor comprensión de este tipo de tratamiento?

Sí, absolutamente. De hecho, ese es uno de los principales objetivos de mi ponencia en el congreso: abrir un espacio de diálogo entre la experiencia clínica y la evidencia científica. 

Ambos enfoques tienen un valor inmenso, pero a menudo se desarrollan de forma paralela sin suficiente integración. Fomentar una relación más equilibrada y colaborativa entre ambos podría contribuir significativamente a una comprensión más profunda de la fotoestimulación, así como a su aplicación segura y efectiva.


¿Cree que extendería el uso de esta técnica?

Dependerá de varios factores. El principal es el avance en la investigación que permita validar sus beneficios de forma más concluyente. Si logramos superar las actuales limitaciones científicas y establecer protocolos claros basados en evidencia, es muy probable que su uso se generalice más en el campo optométrico, específicamente la terapia visual.


¿Qué espacio considera que debe ocupar SIODERV en cuanto a esta relación conflictiva entre clínica e investigación alrededor de la fotoestimulación?

SIODERV, como entidad que agrupa a profesionales que utilizan la fotoestimulación, tiene un papel clave que desempeñar. La asociación debe convertirse en un motor que impulse la investigación en este campo, generando espacios de formación y colaboración de conocimiento. Además, puede actuar como puente entre la práctica clínica y lo académico. Solo así podremos avanzar hacia una práctica más fundamentada y responsable.

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