José Tomás, optometrista clínico y formador, ha llevado el entrenamiento visual deportivo más allá del ámbito competitivo, integrando su experiencia en Terapia Visual con los conocimientos de preparadores físicos y entrenadores de élite. En esta entrevista, comparte su recorrido profesional, la relación entre visión y cuerpo en el rendimiento deportivo, y anima a los optometristas a explorar esta disciplina desde la práctica, la formación rigurosa y la apertura de mente. Una conversación que invita a repensar el papel de la optometría en el deporte actual.
¿Qué le llevó a explorar el entrenamiento visual deportivo más allá del ámbito deportivo tradicional?
Cuando comencé a adentrarme en el mundo del entrenamiento visual deportivo ya llevaba muchos años realizando terapia visual como una parte fundamental de mi actividad profesional. Me interesaba especialmente la mejora del rendimiento de mis pacientes a cualquier edad.
A veces llegaba al gabinete de optometría algún deportista, tanto amateur como profesional y tras la evaluación me daba cuenta de que también podían tener diversas alteraciones visuales, que afectaran a su desempeño como deportista.
Así que, en esa situación, quería explorar de qué forma podía mejorar el rendimiento en deportistas y cómo podía ayudarles integrando el entrenamiento visual en su entrenamiento habitual. Tuve acceso directo a una forma de entender el entrenamiento deportivo desde una vertiente mucho más visual y cognitiva, procedente de grandes preparadores físicos basados en neurociencia como el Profesor Salvatore Buzelli, Paul Dorochenko y el optometrista Andrea Cagno; sus estudios, su práctica profesional y su perspectiva abrieron la concepción que yo tenía sobre el entrenamiento visual, especialmente aplicado al deporte.
¿Cómo cree que el entendimiento del entrenamiento visual deportivo puede beneficiar a otros profesionales de la visión y la optometría?
Nunca me he preguntado de qué forma puede beneficiarnos como profesionales. Lo verdaderamente importante es cómo podemos mejorar el rendimiento de un deportista, cómo podemos ayudarle a derribar las dificultades, las barreras, en la gestión de la información visual y la respuesta motora para que mejore en su desempeño en la competición.
Si nosotros, como profesionales, podemos mejorar el rendimiento de un deportista, o por extensión, de un paciente que requiera nuestros servicios profesionales; la consecuencia será ampliar nuestra capacidad de atender y tratar, como optometristas, a nuestros pacientes.
El entendimiento de las técnicas de entrenamiento visual deportivo implica tener una perspectiva más amplia como optometristas, adquirir nuevas herramientas que nos permiten relacionar la información visual y la respuesta. Y eso supone un salto cualitativo importante a la hora de evaluar y tratar a todos nuestros pacientes.
¿Qué consejo daría a los optometristas que se interesan por el entrenamiento visual deportivo?
En realidad, serían varios consejos.
En primer lugar, debemos de pensar que el entrenamiento visual deportivo y por extensión la optometría deportiva es todavía muy desconocida en los ámbitos deportivos, y en la sociedad en general. Quien comience a trabajar en ella va a tener que realizar una importante labor de información y promoción en su entorno para dar a conocer este nuevo servicio.
En segundo lugar, por supuesto, la formación.
Es muy importante formarse con profesionales de la optometría que tengan una experiencia y una solvencia contrastada trabajando en entrenamiento visual deportivo.
La optometría deportiva es un área de nuestra profesión esencialmente práctica. En realidad, los fundamentos son los mismos que cualquier optometrista que trabaje en terapia visual, puede conocer; pero la práctica difiere mucho.
En entrenamiento visual deportivo lo fundamental es aprender el cómo, más que el qué. Y eso se aprende de un profesional que evalúe y trate en su práctica clínica a deportistas, sean profesionales o amateur.
En tercer lugar, pero no menos importante, es el abrir nuestra mente y nuestra perspectiva profesional.
Buscar información; seguir y aprender de profesionales del deporte; entrenadores y preparadores físicos principalmente. Conocer cómo entrenan, qué limitaciones y errores cometen los deportistas de forma habitual.
Si queremos trabajar en un deporte, primero tenemos que buscar información, preguntar y conocer la “física” y la técnica de este.
Te pongo un ejemplo personal; cuando comencé a colaborar con entrenadores de golf, y más concretamente con el Centro de Excelencia del Centro Nacional de Golf, en Madrid, yo no conocía nada de este deporte. Tuve que aprender durante meses con un profesor, salir al campo de entrenamiento, jugar y cometer muchos errores. Sólo así pude ponerme en la “piel” de un golfista y conocer lo que siente y que requerimientos tiene un deporte tan complejo, técnica y biomecánicamente hablando.
"Si queremos trabajar en un deporte, primero tenemos que conocer su física, su técnica... y ponernos en la piel del deportista"
¿Cómo se relaciona la optometría del desarrollo con el entrenamiento visual deportivo?
Para mí es una relación muy estrecha.
Por un lado, a la hora de evaluar y entrenar a un deportista debemos tener en cuenta la relación de su visión con su cuerpo. La información visual junto con la vestibular y la propioceptiva, en muchos casos, son el desencadenante de la respuesta motora, el gesto motor técnico.
Por otro lado, si bien es cierto que el deportista también puede poner en marcha una respuesta motora, un gesto técnico sin que medie el input visual, a la hora de aprender un nuevo gesto motor técnico, es la visión la principal “proveedora de la materia prima” para el aprendizaje durante el proceso de entrenamiento técnico.
Conceptos como gesto motor, gesto técnico, visión táctica, y otros relacionados con la práctica deportiva casan muy bien con la forma de entender la visión de la optometría del desarrollo, donde la relación visión-cuerpo forma un binomio inseparable.
