
A Bob y Linda Sanet
Querido Bob:
Desde lo más profundo de nuestro corazón y en nombre de toda la comunidad de SIODERV, GRACIAS.
Gracias por ser una luz y una fuente de sabiduría en nuestro camino. Gracias por haber transformado nuestra manera de entender la visión, no solo desde la ciencia, sino con humanidad, presencia y propósito.
Tus enseñanzas nunca fueron únicamente clínicas. Eran una invitación a ver a las personas —a verlas de verdad— con los ojos del corazón. Tus seminarios nos mostraron un nuevo paradigma en optometría, pero además aprendimos sobre la vida, sobre cómo ser humildes y orgullosos, valientes y cercanos al mismo tiempo. Nos enseñaste que la visión es conexión, que la optometría puede cambiar vidas, y que la generosidad también es una forma de liderazgo.
SIODERV no sería lo que es hoy sin ti. Tú encendiste la chispa que dio origen a nuestra asociación y siempre has compartido tu conocimiento con generosidad para hacernos más fuertes y más coherentes con nuestros principios. Has inspirado a generaciones de profesionales, y muchos de nosotros encontramos nuestra vocación gracias a ti. Poder llamarte Miembro de Honor es un privilegio que siempre llevaremos con orgullo.
Al leer tus palabras, sentimos a la vez la tristeza de la despedida y la belleza de una vida plenamente vivida —con coraje, pasión y amor.
Prometemos mantener vivo tu legado y seguir caminando por el sendero que nos ayudaste a construir. Y prometemos tener siempre presente a Linda, en nuestros corazones y en nuestra comunidad.
Con admiración, cariño y gratitud eterna,
Tu familia de SIODERV