Los seres humanos están dotados de una motivación social intrínseca para interactuar con los demás y mantener relaciones sociales. Se ha demostrado que el tamaño de la pupila puede servir de ventana para las motivaciones personales, como el sexo, el dinero, etc. Sin embargo, hasta la fecha, sigue siendo difícil saber si el tamaño de la pupila permite conocer la motivación social, en particular la interacción social.
Recientemente, el profesor YI Jiang y sus colegas del Instituto de Psicología de la Academia China de Ciencias examinaron sistemáticamente si la propensión del ser humano a la interacción social puede reflejarse en los ojos.
«Las señales de interacción social que recibimos a diario consisten en un agente que nos envía una invitación interactiva (una perspectiva de «segunda persona») o en parejas de personas que se comunican recíprocamente (una perspectiva de «tercera persona»)», explica el profesor YI.
Mediante el método de evaluación pupilar, los investigadores registraron el tamaño de las pupilas de los observadores cuando veían estas señales de interacción social.
Los resultados mostraron que el tamaño de las pupilas de los observadores se dilataba significativamente cuando veían un único agente que enviaba una intención interactiva hacia ellos frente a otros, o cuando veían agentes enfrentados que participaban en una interacción social en comparación con díadas no enfrentadas.
En cambio, estos efectos de dilatación de la pupila desaparecían cuando se invertían estas entidades de interacción social. Además, este efecto de dilatación de las pupilas dependía de la correcta comprensión de la intención comunicativa de los agentes interactivos.
En conjunto, estos resultados proporcionan pruebas sólidas de que la percepción de la interacción social se desarrolla a través de la dilatación de la pupila, lo que arroja luz sobre la sensibilidad innata del sistema visual a la interacción social.
Y lo que es más importante, la respuesta pupilar a la información sobre la interacción social, ofrece potencialmente un biomarcador conveniente para facilitar el diagnóstico temprano de los trastornos cognitivos sociales, por ejemplo, el autismo.
Este estudio titulado «Los ojos lo tienen: La percepción de la interacción social se despliega a través de la dilatación de la pupila» ha sido publicado online el 1 de julio en Neuroscience Bulletin.

Fig. 1. Una interacción social en perspectiva de «segunda persona» y una interacción social en perspectiva de «tercera persona». (Imagen de Yuhui CHENG)

Fig. 2. El procedimiento y el resultado de los experimentos 1 – 3. (Imagen de CHENG Yuhui)
Sobre esta noticia de investigación en neurociencia visual:
Fuente: Chinese Academy of Sciences
Imagen: La imagen es de dominio público
Investigación original: Los resultados han sido publicados en Neuroscience Bulletin