Dos nuevas herramientas de diagnóstico ofrecen una valoración objetiva para detectar la condición de autismo

Dos nuevas herramientas de diagnóstico ofrecen una valoración objetiva para detectar la condición de autismo

Dos nuevos métodos de detección del autismo prometen ofrecer a los médicos herramientas de diagnóstico objetivas que no se basan en evaluaciones comportamentales subjetivas.

Ambos sistemas se encuentran en sus primeras etapas de verificación clínica, por lo que aún no están listos para ser compartidos con el público, pero entran en un campo de investigación cada vez más cargado de biomarcadores objetivos de autismo, lo que sugiere que falta poco para que los padres dispongan de una variedad de nuevas pruebas para detectar esta condición en su etapa más temprana.

«El autismo es difícil de detectar en los niños cuando aparecen los primeros signos», explica Caroline Robertson, directora de la Iniciativa de Investigación de Autismo de Dartmouth. «Un médico capacitado puede detectar el autismo a los 18 meses o incluso antes; sin embargo, el promedio de edad a la que se diagnostica el autismo en los Estados Unidos es a los cuatro años aproximadamente».

La investigación de Dartmouth se basa en la observación previamente estudiada que consiste en que los cerebros autistas procesan la información visual de manera diferente a los cerebros normales. La teoría se llama rivalidad binocular y proviene de la forma en que un cerebro humano alterna el procesamiento de las imágenes con el ojo derecho e izquierdo cuando se enfrenta de forma simultanea a dos imágenes separadas. 

La investigación previa ha establecido tasas más lentas de rivalidad binocular en individuos autistas, por lo que el nuevo estudio se propuso desarrollar una prueba simple para medir este proceso. Usando un solo electrodo EEG (electroencefalograma) y una pantalla de ordenador, que presenta ciertas imágenes visuales, se descubrió que los investigadores podían rastrear de forma efectiva la tasa de rivalidad binocular de un individuo.

La técnica se probó en un pequeño tamaño de muestra de 18 adultos autistas y un grupo de control de 19 sujetos de edad y cociente intelectual controlados. El método separó de forma efectiva a los sujetos autistas de los del grupo de control con un 87 por ciento de precisión. Pero quizás aún más interesante fue el hallazgo que, junto con simples predicciones binarias positivas o negativas, la tasa de rivalidad binocular podría predecir de forma efectiva la gravedad del autismo de un individuo, lo que significa que cuanto más lenta sea la tasa de rivalidad binocular, mayor será la gravedad de los síntomas del autismo. Esta es una métrica aún más valiosa para los médicos, ya que el autismo es obviamente un trastorno con una amplia gama de manifestaciones.

«Esta prueba visual puede ser un marcador no verbal del autismo en adultos», dice Robertson. «Nuestros próximos pasos serán descubrir si esta prueba podría usarse potencialmente para detectar el autismo en niños preverbales y adultos no verbales y convertirlo en una herramienta de detección de la condición».

Otra nueva herramienta de diagnóstico del autismo proviene del investigador en el área de la optometría, el australiano Paul Constable, que ha estado trabajando durante más de una década en la identificación de biomarcadores del autismo que pueden detectarse fácilmente en el ojo. El trabajo de Constable, todavía en fase de revisión inter pares previo a la publicación en revista, sugiere que un pequeño dispositivo portátil puede escanear rápidamente el ojo de un niño y detectar si el niño es autista.

«La retina es una extensión del cerebro, hecha de tejido neural y conectada al cerebro por el nervio óptico, por lo que era un lugar ideal para buscar», explica Constable. «Encontramos un patrón de señales eléctricas sutiles en la retina que son diferentes en los niños del espectro autista, lo que se relaciona con las diferencias en su desarrollo cerebral».

El estudio preliminar de eficacia del dispositivo analizó 89 sujetos autistas y un grupo de control de 87 individuos sanos. Todos los sujetos en este ensayo inicial tenían entre 5 y 21 años, por lo que aún quedan dudas sobre si el dispositivo puede identificar con precisión a los individuos autistas a edades más tempranas. Actualmente se está trabajando, en colaboración con la Universidad de Yale y el University College London, en la verificación de la prueba en niños muy pequeños.

Aún transcurrirán varios años hasta que los dos nuevos métodos de diagnóstico tengan una amplia aplicación clínica, sin embargo, ambos indican una comprensión cada vez mayor de las causas del autismo y cómo se puede identificar de una forma objetiva. Existen también otros métodos innovadores de detección, que se encuentran actualmente en proceso de investigación, y que incluyen sistemas de detección facial, resonancias magnéticas, análisis de sangre, análisis de orina, análisis de saliva, lecturas de EEG e incluso una aplicación para teléfonos inteligentes.

«Un diagnóstico precoz significa que los niños no solo pueden recibir intervenciones importantes, sino que las familias están facultadas para obtener el apoyo necesario, aceptar el diagnóstico y tomar decisiones fundamentadas», dice Constable cuando habla de la importancia de una herramienta de diagnóstico objetiva para detectar autismo.

La investigación de rivalidad binocular ha sido publicada en la revista Current Biology.

Fuentes: Universidad de Flinders, Dartmouth

Fuente de la noticia: https://newatlas.com/autism-diagnosis-eye-scan-detection-tools/61091/

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