Los pacientes me hacen mejor profesora y el tener que estudiar para dar clase me hace mejor clínica

Los pacientes me hacen mejor profesora y el tener que estudiar para dar clase me hace mejor clínica

Entrevista con Pilar Vergara, socia fundadora de SIODEC, óptico-optometrista.

¿De dónde proviene su vocación por la óptica-optometría?

Es accidental. Yo quería estudiar bellas artes, pero por circunstancias no pude y acabé estudiando óptica. Me costó bastante encontrar mi camino ya que no me gustaba al principio, hasta que encontré la optometría comportamental y cambió mi vida.

¿Cree que la terapia visual y la optometría comportamental pueden presentar enfoques que la optometría tradicional podría pasar por alto?

Son modelos diferentes de trabajo, nuestro enfoque es distinto. Aunque la mayoría de  nuestras herramientas sean las mismas, no las usamos igual y no las interpretamos igual. Ni mejor, ni peor, son enfoques diferentes.El nuestro es más global.

¿Dónde cree usted que reside el valor particular de la optometría comportamental?

En ver el bosque, no solo los árboles, y en el potencial de las herramientas de tratamiento que tenemos, son muy valiosas.

Usted tiene experiencia como docente y profesional en su campo. ¿Qué disfruta más? ¿El mundo de la enseñanza o la atención a pacientes ejerciendo su profesión?

Ambos, no podría escoger porque cada uno me enriquece de forma diferente. Los pacientes me hacen mejor profesora y el tener que estudiar para dar clase me hace mejor clínica.

Su ponencia en el 7º Congreso tratará sobre un modelo revolucionario en el tratamiento de la ambliopía. ¿Puede hacernos un pequeño adelanto sobre qué trata este nuevo modelo?

La neurociencia no para de avanzar, revolucionando diferentes campos de la medicina y otras disciplinas.

Hay mucho interés en la visión, y por ello, mucha investigación. En el campo de la ambliopía ya hace bastantes años que los estudios científicos muestran que la base del problema es binocular y no monocular como se pensaba, por tanto, se deben adaptar los protocolos de tratamiento a estos hallazgos. Eso hemos hecho el Dr. Sanet y yo durante los últimos 11 años.

¿Cree que la colaboración entre profesionales del mundo de la optometría y las neurociencias juega un papel importante en este nuevo modelo?

Sí, la colaboración siempre es algo muy positivo. Los clínicos son piezas clave en la ciencia y la ciencia es algo fundamental en la clínica. Debemos trabajar unidos y en colaboración.

¿Qué cualidades cree que debe tener un optometrista no solo para ofrecer el mejor servicio posible sino para poder aportar un cambio positivo en la vida de la persona?

Empatía, saber escuchar y ser buen comunicador. Aparte del conocimiento, por supuesto.

¿Cuál diría que es el mayor aporte personal que le ha dado su profesión? 

Es mi pasión, me ayuda a poder ayudar a cambiar la calidad de vida de muchas personas y encima puedo vivir de ello. ¿Qué más puedo pedir? Soy muy afortunada y estoy muy agradecida con la vida.

Siendo una de las ideadoras y fundadoras de SIODEC, ¿cómo resumiría la evolución y la trayectoria de SIODEC?

SIODEC surgió para poder agrupar a una serie de optometristas que pensaban y trabajaban en un modelo de visión diferente al clásico y al funcional, siguiendo un modelo más popular en otros países como EE.UU, Australia, Inglaterra, México o Canadá, entre otros.

Desde que comenzamos en Montserrat en el 2008, hemos recorrido un largo y duro camino donde la formación de calidad, el apoyo a la investigación, la divulgación entre la sociedad y la excelencia profesional son clave para poder ayudar a nuestros pacientes.

Además de ser correctora en el comité de correctores de SIODEC, usted es Fellow por la COVD. ¿Cómo ha sido su experiencia y qué le ha aportado este proceso llevado a cabo en una entidad con una cultura y mentalidad posiblemente distintas a las de SIODEC?

Soy Fellow de la COVD y fui correctora del comité americano de Fellow en la COVD, antes del de SIODEC, durante 6 años. Esta experiencia me ayudó a extrapolar la idea del Fellow a SIODEC, haciendo pequeñas adaptaciones a nuestra cultura.

¿Qué mensaje le daría a aquellos socios de SIODEC que aún no se han atrevido a transitar entre socio general y socio clínico o entre socio clínico y Fellow?

Cuando me presenté para ser Fellow en la COVD, lo hice para llenar mis “agujeros de conocimiento“ y así crecer más a nivel optométrico, fue un camino de aprendizaje excelente y lo volvería hacer. La oportunidad de tener un proceso tan similar aquí es grande como para quedarse estancados y no crecer. Es un proceso increíble y animo a todos a que lo hagan. Además, tienen la posibilidad de tener un tutor para que les guíe y no estén solos en el proceso, una verdadera oportunidad.

El Fellow no sirve para examinar al candidato y ver lo que sabe, ese no es el objetivo, sirve para ayudar al candidato a continuar con su formación.

Presentarse para ser Socio Clínico es un paso intermedio con los ojos puestos en el Fellow. Para mí fue un reto en EE.UU, allí es un proceso muy valorado, y me gustaría que algún día también lo fuera aquí. Realmente es algo que merece la pena para crecer como profesional y como persona.

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