La contactología debería estar integrada o formar parte activa en las consultas de optometría y terapia visual

La contactología debería estar integrada o formar parte activa en las consultas de optometría y terapia visual

Entrevista con Antonio Verdejo del Rey, óptico-optometrista y contactólogo.

¿Qué le hizo integrarse en el mundo de la óptica-optometría?

Lo cierto es que no era algo que yo buscara inicialmente. Yo quería estudiar una carrera relacionada con el deporte, pero el azar me llevó a estudiar la carrera de óptica y optometría en la Universidad de Alicante. Después terminé dicha carrera, pero como en aquel momento no tenía claro cuáles eran las salidas profesionales, decidí continuar formándome antes de adentrarme en el mundo profesional, y el destino me llevó a realizar el máster presencial del COI (Centro de Optometría Internacional). Ahí, como otros muchos compañeros, es donde me di cuenta de que el mundo de la optometría sería una parte muy importante en mi vida. Posteriormente, comencé a trabajar en una clínica oftalmológica y continué formándome realizando otros masters y cursos.

¿Y en el de la contactología?

Pues un poco lo mismo, ya que me adentré en el mundo de la contactología en mi primer trabajo en la clínica CIMO de Sevilla. Después de especializarme en el máster del COI, me desplacé a Sevilla exclusivamente por este trabajo. Allí estuve trabajando varios años junto al oftalmólogo Julián Cezón, al que le debo mucho de mi amor por la contactología. Con él, pude conocer y experimentar la parte más clínica de la optometría, y ahí entra sin duda la contactología, sobre todo, la contactología especializada. La anterior es la que más me gusta, ya que cada adaptación de lentes es un reto con el que puedes ayudar a mejorar la vida de las personas, además, creo que es algo similar a lo que podemos conseguir con la terapia visual o la baja visión.

Actualmente, puedo seguir disfrutando de esta profesión y principalmente de la contactología, en el centro de optometría COVER, el cual dirijo desde hace más de 6 años, y como profesor de contactología en la universidad y en varios centros privados.

¿Tener experiencia y conocimiento sobre contactología es importante y ayuda a comprender mejor la optometría?

Por supuesto que sí. Pienso que la contactología es un área importante dentro de la optometría, de manera que una ayuda a comprender mejor a la otra y es difícil separarlas.

¿Cree que la contactología tiene el potencial de desarrollarse como un complemento del que todos los terapeutas visuales pueden valerse para ofrecer un mejor tratamiento?

Para hacer un buen tratamiento o programa de terapia visual es fundamental realizar previamente un buen examen optométrico para llevar a cabo un diagnóstico acertado y con ello, como digo, un buen plan de tratamiento. Se podría decir que la optometría es la parte previa de la terapia visual, pero también lo es de la contactología, ya que antes de adaptar cualquier tipo de lente de contacto hay que hacer un examen optométrico. Por lo tanto, se podría ver como un triángulo, en el que arriba estaría la optometría y abajo en cada lado la contactología y la terapia visual integrándose las tres partes del triángulo. Es más, yo no entiendo una parte sin la otra, y sería muy bueno para el paciente que la contactología sea complemento de la terapia visual y viceversa.

Dicho esto, ¿Piensa que esta integración de la contactología podría marcar un antes y un después en cómo se entiende la terapia visual y la optometría comportamental?

No sé si un antes o un después, pero, como decía anteriormente, son disciplinas de nuestra profesión que deben estar integradas entre sí. Otra cosa y de forma paralela, sería que un profesional se especialice en alguna de esas disciplinas en concreto.

A veces veo optometristas especializados en terapia visual que dejan un poco de lado la contactología y creo que no debería ser así. Al igual que tenemos otros métodos como la prescripción de prismas o lentes oftálmicas para mejorar la visión en general, las lentes de contacto pueden también mejorar la visión respecto a una gafa y equilibrar el sistema visual y, además, hay mucha evidencia científica que así lo avala. Por ello, más bien antes que después, la contactología debería estar integrada o formar parte activa en las consultas de optometría y terapia visual,con el fin de mejorar las habilidades visuales de nuestros pacientes.

¿Qué obstáculos cree que puede encontrar la integración de la contactología en las consultas de terapia visual hoy en día?

Nuestra profesión es muy amplia y abarca muchas áreas, de manera que ser experto en todas ellas es muy difícil. Con un buen examen visual optométrico, ya podemos prescribir una lente oftálmica concreta o comenzar un programa de terapia visual. Sin embargo, una correcta adaptación de lentes de contacto debe abarcar más pruebas de exploración previas (topografía corneal, biomicroscopía, pruebas de lágrima y superficie ocular, etc.) y, es aquí, donde considero que empiezan los primeros obstáculos. Por un lado, el contactólogo tiene que disponer de aparatos de diagnóstico específicos en gabinete, debe conocer y estar actualizado continuamente en los diseños de lentes y sistemas de mantenimiento. Todo ello conlleva tiempo y dinero para poder estar tanto formado como especializado en un área tan concreta.

Por eso, considero que sería interesante que en los centros de optometría haya optometristas expertos en esas diferentes áreas, o ser capaces de derivar a otros compañeros más especializados en alguna disciplina concreta, para así poder ofrecer un tratamiento más amplio y personalizado a cada paciente.

¿Qué le ha aportado su pertenencia como socio de SIODEC a su desarrollo como especialista en salud visual?

Me ha permitido intercambiar ideas y experiencias con otros profesionales y compañeros para entender la optometría desde diferentes puntos de vista. Lo cual creo que es beneficioso para el paciente, ya que no hay que olvidar que es el realmente importante en nuestra profesión.

Finalmente, ¿Cuál cree que es la mejor virtud que puede tener un óptico-optometrista?

El amor por su profesión, y al mismo tiempo ser escéptico y autocrítico, sin olvidar ser empático en todo momento con sus pacientes.

Tenemos una profesión sanitaria que es muy gratificante, ya que, con todas sus vertientes, nos permite cuidar de la salud visual de nuestros pacientes, y esto repercute directamente en tener la posibilidad de mejorar la calidad de vida de las personas, lo cual pienso que es algo muy importante y satisfactorio como profesionales y como personas. Por último, aquí quiero recalcar que, para poder ayudar a nuestros pacientes de la manera más sana y enriquecedora, es necesaria la colaboración multidisciplinar con otros profesionales de diferentes ámbitos.

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