Carol Camino: «En no muchos años una persona ciega tendrá la posibilidad de recuperar algo de visión»

Carol Camino: «En no muchos años una persona ciega tendrá la posibilidad de recuperar algo de visión»

Carol Camino es optometrista por la Universidad de Terrassa y también MSC en Ciencias de la Visión por el Colegio de Optometristas de Pensilvania y especialista de Baja Visión por la Universidad de Filadelfia.

Colabora dando clases de másteres de diferentes universidades de España como Madrid, Sevilla o Valencia, y es cooperante en proyectos a lo largo del mundo con Ulls del Mon y Emalaikat, así como Abre Sus Ojos.

También trabaja en la organización de jornadas para el IMO (Instituto de Microcirugía Ocular) como responsable del departamento de Baja Visión y es responsable de la Vocalía de Baja Visión en el COOOC (Colegio de Ópticos-Optometristas de Cataluña), así como vicepresidenta de la SEEBV (Sociedad Española de especialistas de Baja Visión).

Su cita favorita es que “no es la Baja Visión o la ceguera la que determina un mal aprendizaje, sino lo que el cerebro hace con la información que recibe”.

Carol Camino comenta en esta entrevista su trayectoria profesional y aborda su intervención en el VI Congreso de SIODEC en Granada, denominada ‘Rehabilitación en la visión biónica, presente y futuro‘, que se llevará a cabo el viernes 29 de marzo de 10:00 a 11:00 horas.

[Abierta la inscripción y toda la información disponible del Congreso Internacional de Optometría Comportamental y Terapia Visual en este enlace: http://www.siodec.org/granada2019]

1. ¿Por qué estudió Optometría?

En el colegio hice una disección de un ojo de vaca y me encantó. En este sentido, aunque comencé haciendo Farmacia, me cambié a Optometría y fue todo un acierto ya que cada día disfruto más en esta profesión.

2. ¿Podría detallarnos cuáles fueron sus pasos profesionales hasta hacerse especialista en Baja Visión?

Estuve trabajando en varias ópticas convencionales hasta que desembarqué en Óptica Florit. En este lugar coincidimos un grupo de optometristas con inquietudes y ganas de aprender y descubrir nuevas cosas. En aquella época ya se hacía Terapia Visual, Contactología avanzada y un poquito de Baja Visión, y comenzamos a formarnos Elisa Aribau, Araceli García, Cristina Mayoral y otras compañeras con un nivel alto, de las que muchas son socias de SIODEC.

Más tarde comencé a formarme con Ángel Barañano y desarrollé un máster para especializarme en Baja Visión. Viajé a Estados Unidos, donde aprendí bastante. Me formé en Filadelfia, Nueva York, Houston o Pittsburgh, ya que hace 35 años en España no había nada y te tenías que buscar la vida como fuera.

3. También es docente en la Universidad. ¿Qué subrayaría de los nuevos optometristas?

Es difícil contestar a esta pregunta porque no puedo generalizar. Como todo en la vida te encuentras de todo. Hay gente que tiene mucho interés y quiere aprender y se busca la vida, como hemos hecho muchos de nosotros, y otro tipo de persona más pasiva que realiza la carrera solo por hacerla, simplemente por obtener un título.

Cuando imparto cursos especializados en Baja Visión sí es diferente, ya que asisten personas que cuentan con un interés específico en la materia. Es mucho más fácil y satisfactorio.

4. ¿Podría resumir su ponencia ‘Rehabilitación en la visión biónica, presente y futuro’ que presenta en el próximo VI Congreso de Granada?

En mi ponencia voy hablar de la visión biónica y de mi experiencia en el proyecto de investigación con Iris II, el primer implante biónico. También trataré una temática en la que estoy participando ahora: el implante biónico PRIMA, donde participo creando los protocolos de rehabilitación biónica del nuevo implante.

El objetivo de mi presentación es dar a conocer la visión biónica, ya que considero que, como profesionales de la visión, tenemos la obligación de estar al día de los nuevos avances tecnológicos.

5. ¿Qué puede aportar su ponencia a los asistentes al Congreso?

Ante todo puede ayudar a la hora de dar información a nuestros pacientes y, a la vez, ofrecerles esperanza, ya que se está avanzando mucho en biotecnología. En no muchos años una persona ciega tendrá la posibilidad de recuperar algo de visión.

6. ¿Qué nivel de conocimiento existe en la profesión sobre Baja Visión? 

Soy muy optimista y creo que cada vez hay más conocimiento. Antes nadie sabía qué era la Baja Visión, ni los profesionales de la visión ni los pacientes. Y esto ha ido cambiando y cada vez hay más gente que cuenta con un alto conocimiento sobre ello.

Esto se debe a que las universidades imparten la asignatura de Baja Visión y a la difusión que se lleva a cabo con gran esfuerzo por parte de la SEEBV desde hace 10 años. También se debe a que la población envejece y cada vez hay más patologías visuales debido a la edad.

7. ¿Trabaja junto a otros perfiles profesionales?

¡Por supuesto! Yo siempre trabajo de la mano de los oftalmólogos y si el paciente no ha ido al oftalmólogo lo derivo a él. Cuando el oftalmólogo ha hecho su función, cirugía o algún tratamiento, entonces intervenimos los profesionales de Baja Visión. Yo no visito a nadie si no está diagnosticado.

También trabajo con psicólogos, rehabilitadores, terapeutas ocupacionales y un largo etcétera.

8. ¿Cuáles son los casos más sorprendentes que ha trabajado o que recuerda?

Recuerdo muchos casos maravillosos. Especialmente el de una gran pintora mexicana, aproximadamente de mi edad, que debido a violencia de género tuvo una hemianopsia por un ictus. Le adapté diversas ayudas para cada actividad y estuvo un mes haciendo rehabilitación con prismas. Regresó a México muy contenta y con ganas de volver a pintar… ¡y a vivir!

También me produjo mucha satisfacción llevar a cabo dos años de rehabilitación con el paciente del implante biónico, ya que poder rehabilitar a una persona con Baja Visión es muy bonito, pero poder dar un poco de vista a una persona ciega es lo más.

9. Durante ocho años ha sido la presidenta de la SEEBV, y ahora es vicepresidenta. ¿Cuál ha sido su mayor aprendizaje en tantos años de gestión de esta asociación?

He aprendido mucho a trabajar en equipo y a saber escuchar lo que la gente necesita y pide. He aprendido a ser políticamente correcta e intentar dialogar con todas las posiciones que, a veces, son opuestas. Soy muy democrática y durante mis años de presidencia nunca salía adelante una decisión sin haber sido la más votada por la Junta, aunque no me gustara.

10. Su labor en cooperación y voluntariado también es muy notable, tanto con Ulls del Mon como con Emalaikat, Abre sus Ojos o la Vocalía correspondiente del COOOC (Colegio de Ópticos-Optometristas de Cataluña). ¿Qué le aporta a nivel profesional? ¿Y a nivel personal?

A nivel profesional me ha aportado mucho, como trabajar con muy pocos recursos, casi sin nada, así como a relacionarme con gente con capacidades muy limitadas, tanto psíquicas como con deficiencias intelectuales.

A nivel personal me lo ha aportado todo. De hecho mi vocación es estar con los más vulnerables, los más débiles en todos los sentidos. Por circunstancias de la vida no me he dedicado plenamente a la cooperación o voluntariado, ya que tener tres hijos y una familia que mantener no lo ha podido hacer posible, pero en periodos vacacionales intento realizar algún proyecto humanitario ayudando a aquellos que lo necesitan y siempre aportando mi granito de arena desde la perspectiva de mi profesión. De hecho creo que me dedico a la Baja Visión porque son los más vulnerables en el terreno visual.

11. ¿Cómo se ve la labor de SIODEC desde el exterior?

Desde el exterior se ve como una asociación con prestigio en la que los asociados son profesionales muy formados, la élite de la Terapia Visual. Se ha llevado a cabo mucha divulgación entre los demás profesionales y, por supuesto, en los pacientes.

La Terapia Visual es un poco como la Baja Visión, dos especialidades optométricas que antes no se conocían nada y, ahora, poco a poco, empieza a sonar. Se ha hecho mucho trabajo y mucho se ha de hacer.

También creo que hay que ser muy rigurosos en lo que se hace y, por supuesto, en las evidencias científicas, ya que sin esto no vamos a ningún sitio. Y en estos momentos hay que trabajar en este sentido, en hacer publicaciones e investigación para poder demostrar al mundo que las terapias tienen evidencia científica.

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